Carta del Mago Baltasar a los ciudadanos y ciudadanas del mundo, publicada en el conocido programa “Espacio de Encuentro” Cadena Ser Sevilla. Vamos a volver a meter un poquillo de reflexión sobre la tradición de los Magos/Sabios de Oriente. Para que no sea solo sinónimo de compras compulsivas, regalos y roscón de Reyes. Quizá lo interesante de esta tradición es el mensaje, que casi siempre queda diluido en el escaparate superficial, alejado o contrario a su verdadero fondo. Además, muchas veces, algunos de los que defienden todo esto de las tradiciones con una vehemencia casi intransigente, también están todo el tiempo culpando de a los extranjeros e inmigrantes que vienen de tierras lejanas de todos los males de los países de acogida. Por eso me parece muy oportuno, usando precisamente esta tradición cristiana de los sabios o magos de oriente, hacer la reflexión originaria de este pasaje, por encima de los trajes, luces, consumismo compulsivo, belenes inexactos y regalos materiales que recibirán, claro está, no los más justos o buenos, sino los que pueden comprarlos. Con esta carta no pretendí ofender la tradición cristiana, más bien defender lo que de ella (cristianos o no) podemos aprender. Y como filósofo, estoy en el deber de señalar un poquito la hipocresía social de celebrar esta fiesta al mismo tiempo en que se mantienen prejuicios étnicos o raciales que van justo en el sentido contrario de lo que este rito cristiano pretendía enseñar en su momento. En cualquier caso, si esto sirve para hacernos pensar un poco sobre nuestras conductas sociales, o despierta alguna sensibilidad en nuestra forma de mirar a los que llaman a nuestras puertas desde tierras lejanas, habrá merecido la pena.
