martes, 24 de noviembre de 2015

Difusión de bulos, miedo y paranoia colectiva. Una buena receta para la manipulación de masas.




La propagación del miedo es un buen tema a debatir en el programa del próximo jueves. Plantear algunas preguntas al respecto puede ayudar a profundizar en el tema, por ejemplo: ¿Es el miedo el principal instrumento que usan los terroristas para desestabilizar las sociedades democráticas? ¿Qué podemos hacer ante esto los ciudadanos? ¿Cuáles son los peligros reales de la extensión del miedo en la sociedad? ¿Podemos empezar a desconfiar de todo el mundo? ¿Ocurrió en España algo parecido con el terrorismo de ETA? ¿Cómo lo resolvimos? ¿Cuál es el objetivo de extender un bulo? ¿Es cierto que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad? ¿Puede el miedo colectivo llevarnos a perseguir o asesinar a otros sean o no culpables? Qué diríais acerca de las palabras de Gandhi: “si nos dejamos llevar por el ojo por ojo, todos nos quedaremos ciegos”. 
Precisamente la última película de Amenábar trata sobre la generación colectiva y paranoica del miedo. Sería ridículo que nos quedáramos conceptualmente sólo con una trama cinematográfica de suspense sobre las “supuestas sectas satánicas” que asolaron EEUU en la década de los 90. Alejandro Amenábar muestra algo más profundo, la capacidad que tenemos de creer de modo absoluto y acrítico en aquello que nos aterroriza. 
Una mentira repetida mil veces y, convenientemente aderezada de alegatos paranoides, se convierte en verdad absoluta para la mayoría de la población.  ¿Quieres expulsar de la comunidad a aquellas mujeres que no muestran el respeto debido y sumiso a las reglas?, acúsalas de brujas, y dibújalas como las hijas de satanás, el resto lo hará la población aterrorizada. ¿Quieres expulsar a los judíos del país?, lanza el bulo de que realizan rituales ocultos y sacrificios de bebés, una vez extendido el rumor, la población aterrorizada se encargará del resto. ¿Quieres acabar con los comunistas? Acúsalos de quemar el parlamento alemán, ya tienes el apoyo del pueblo para eliminar a tus oponentes políticos. ¿Seguimos exponiendo ejemplos históricos de cómo generar terror en la población para conseguir objetivos perversos?

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