Siempre acompañamos un texto a las actividades, podcast, encuentros y conmemoraciones que realizamos desde el IES La Marisma, desde el Aula de Comunicación Jesús Quintero, desde nuestras aulas y desde las calles de Huelva, donde también sale nuestro alumnado.
Pero esta actividad nos ha conmovido especialmente, porque nunca nos acordamos de ellos, porque no ocupan las portadas de actualidad de ningún medio, porque, sencillamente, los hemos olvidado. Por eso, la actividad que han realizado los estudiantes de 4º de la ESO y nuestra compañera Irene Pascual es tan importante. De la asignatura de Historia, no podía ser de otro modo, la asignatura más importante para nuestra memoria.
Vivimos en un mundo cada vez más ciego y más sordo, que va a toda prisa sin saber el rumbo,
porque sufre también de Alzheimer histórico. Y, por eso, esta iniciativa educativa me ha conmovido, porque Irene y su alumnado si se han acordado de nuestros mayores, han ido todos a su encuentro, han tenido memoria y han conectado con los que son nuestra memoria. La mayoría de las cosas de las que disfrutamos hoy, que hemos dejado de apreciar y valorar, las tenemos gracias a ellos, los abuelos y abuelas de todos. Nuestras leyes, nuestra sanidad pública, nuestro acceso gratuito a la escuela, nuestras becas para estudiar en la universidad, nuestra seguridad personal y jurídica, nuestros derechos, nuestra Democracia. Todo lo que ahora, por tenerlo desde que nacimos, apenas valoramos ni admiramos.
porque sufre también de Alzheimer histórico. Y, por eso, esta iniciativa educativa me ha conmovido, porque Irene y su alumnado si se han acordado de nuestros mayores, han ido todos a su encuentro, han tenido memoria y han conectado con los que son nuestra memoria. La mayoría de las cosas de las que disfrutamos hoy, que hemos dejado de apreciar y valorar, las tenemos gracias a ellos, los abuelos y abuelas de todos. Nuestras leyes, nuestra sanidad pública, nuestro acceso gratuito a la escuela, nuestras becas para estudiar en la universidad, nuestra seguridad personal y jurídica, nuestros derechos, nuestra Democracia. Todo lo que ahora, por tenerlo desde que nacimos, apenas valoramos ni admiramos.
Nuestros mayores conocieron el hambre, la inseguridad, la pobreza, el trabajo sin vacaciones, salir de España porque aquí no había trabajo, ni futuro. Sufrieron la humillación de no ser considerados iguales que los que lo tenían todo. Y lucharon, y votaron leyes para que nunca sus hijos y sus nietos volvieran a pasar por eso. Son nuestra memoria, y es de bien nacidos ser agradecidos y acordarnos de ellos.
Y me encanta que las fotos de ese encuentro con los abuelos y abuelas haya sido acompañado con una comparsa del Carnaval de Cádiz. Porque antes se prohibía el Carnaval, porque la voz del pueblo molestaba, porque no había libertad. De eso también saben mucho nuestros mayores.
Yo voy a recordar algunos versos de otra letra, del famoso pasodoble “Dieron su historia” (La Ciudad Invisible). Pero lo suyo es que lo escuchéis entero, merece la pena, cuando buenamente podáis.
“Dieron su historia por nuestra historia,
Dieron su sangre por nuestra sangre,
Dieron su gloria por nuestra gloria,
Dieron su hambre por nuestra hambre,
Dieron sus años, dieron sus cuerpos
para que fuéramos libres;
lo dieron todo, se han hecho abuelos
y para el mundo más invisibles…”
“…Nos dieron toda su lucha
su sangre su hambre y nuestra historia…
ellos no son los que tienen
lagunas en la memoria.”
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