miércoles, 10 de febrero de 2016

La telebasura devora a los niños

La telebasura devora a los niños

Peleas conyugales, infidelidades e insultos dominan la programación televisiva en horario infantil - Crecen las voces que exigen sanciones y un consejo supervisor

Un niño, de entre cuatro y 12 años, ve una media de 140 minutos de televisión a diario, según la empresa de medición de audiencias Sofres. Son 20 minutos menos que en 1995. Los operadores no producen prácticamente programas para niños y ante la ausencia de contenidos infantiles, su dieta televisiva es la misma que la de los adultos. Deportes, culebrones y sobre todo teleseries de horario nocturno son sus favoritos. "Parejas peleándose, infidelidades, pruebas de ADN para ver la paternidad. Es una locura. Los niños se enfrentan a contenidos inadecuados que pueden influir negativamente en su desarrollo", sostiene Arturo Canalda, Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.
Marina (11 años) se sabe los cotilleos de los famosos. Ve la tele por las tardes
"Tú eres mi cabrón. ¿Voy a llamar a un putón sin dientes?". (La Sexta, a las 17.00)
Un estudio tilda de "nefasta" la serie animada 'Shin-Chan' (Antena 3)
Las medidas promovidas hace tres años por el Gobierno para intentar expulsar la telebasura de los horarios infantiles se han revelado insuficientes. Los operadores estatales (públicos y privados) firmaron en diciembre de 2004 un código ético y establecieron franjas de protección para los menores en línea con la normativa comunitaria (de seis de la mañana a diez de la noche). Además, el Código de autorregulación sobre contenidos televisivos e infanciafijaba dos tramos superprotegidos: de 8.00 a 9.00 y de 17.00 a 20.00, de lunes a viernes.
Este documento fue una respuesta a las señales de alarma que se hacían oír desde distintos ámbitos de la sociedad. El Ministerio de Industria, competente en la materia, había abierto ese año expedientes a los operadores por incluir programas perjudiciales para los menores (12 infracciones, sancionadas con 461.000 euros) y por difundir publicidad nociva (32 infracciones y multas de 363.000 euros). Al año siguiente, Industria no percibió incumplimientos en estos capítulos. Sin embargo, en 2006 abrió tres expedientes, cuyos resultados no han sido hechos públicos. El departamento del que actualmente es titular Joan Clos lleva meses sin actualizar las acciones emprendidas contra las cadenas que quebrantan la normativa en materia de emisión publicitaria, contraprogramación o inversiones.
Lo que los operadores tienen claro es que los niños no salen rentables. El consejero delegado de Publiespaña, la empresa que gestiona la publicidad de Tele-5, Giuseppe Tringali, afirmaba la semana pasada que este canal "hace audiencia para la publicidad". El público infantil no cuenta en los resultados anuales de los canales comerciales y parece que los menores no tienen derecho a una programación específica. Existen, sin embargo, remiendos. No hay prácticamente ninguna producción española que no tenga un niño entre sus personajes. "Se ha introducido un fenómeno de infantilización de algunas series de ficción nacional para adultos, con objeto de convertirlas en seudoproductos familiares", explicaba Jesús Bermejo, profesor de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Valladolid, al analizar el binomio televisión e infancia.
La tarde avanza y los contenidos infantiles casi no han aparecido en pantalla. Sólo Pocoyó, con su trajecito azul y sus amigos de colores, asoma a través de La 2. Las alternativas animadas, Los Simpson(Antena 3) o Futurama (La Sexta), son para adultos. Eso sí, muñecas, coches, cocinitas y videojuegos saltan cada dos por tres para reclamar al público menudo su atención ante las Navidades. Una dinámica que se mantiene durante toda la sobremesa, cuando la única programación para niños son los anuncios. 
como pueden observar este documento del diario EL PAÍS , esde hace mucho tiempo , ¿Nadie esta interesado en cambiar esta realidad?

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