12/03/2020.El concepto de ciudadanía ha sufrido una importante transformación en los últimos años, sus consecuencias y manifestaciones son objeto de estudio en muchas universidades, pero la velocidad de estos cambios impide tener un mapa completo de cómo los ciudadanos y la sociedad están evolucionando. Aun así, ya existen datos relevantes que indican las dificultades que las familias, los jóvenes, los profesores y las instituciones tienen para adaptarse a esta vertiginosa evolución. Problemas psico-sociales como las adicciones digitales (móviles, juegos en red, pornografía, ludopatía, redes sociales) y sus consecuencias: fracaso escolar, disminución de la capacidad de concentración, ansiedad, pobreza económica y cultural, individualismo, actitudes antisociales, falta de empatía, aumento de actitudes machistas y de cosificación de la mujer, postureo, superficialidad y falta de juicio crítico, nos llevan a subrayar la importancia de ponerse al día ante estos conflictos que, además de producir infelicidad y desasosiego en los individuos, están cambiando nuestros sistemas de valores prioritarios. De ahí que la alfabetización mediática y la educación en valores democráticos sea un objetivo fundamental en los sistemas educativos, las familias y las instituciones.
Por otro lado, las nuevas tecnologías de la información y la digitalización de la ciudadanía global no pueden ser analizada negativamente, por muchos problemas que genere. El mundo digital es una herramienta de conocimiento y realización personal, así como un elemento de transformación social que puede contribuir a reafirmar los valores democráticos fundamentales: libertad, solidaridad e igualdad. Que la nueva sociedad global digital se convierta en un nuevo modo de esclavitud y control de la ciudadanía o un instrumento de enriquecimiento personal y social dependerá del uso que hagamos de ella. Ninguna tecnología en sí misma es buena o mala, su uso y objetivo último son los que pueden valorarse moralmente como positivos o negativos. Y ¿cómo podemos inclinar la balanza hacia un lado u otro? Como siempre, con el mejor de los instrumentos de los que disponen las sociedades democráticas: la educación.

Desde La Caverna seguimos haciendo lo que podemos, pero agradezco en nombre de todos los estudiantes que hacen posible nuestro programa radiofónico, los podcast, la revista digital y todas nuestras redes sociales, el reconocimiento y la divulgación realizada desde el Máster de Comunicación de la Universidad de Huelva por parte de Victoria Contreras Blancas. Y todo su equipo de gente magnífica con el que tuvimos el gusto de trabajar: Luis Miguel Romero Rodríguez, Victoria Inés Suárez, Eugenia Ríos Gallardo, Andro Bonne Batista, Rafael Serrano Ocampos, Paula Ramos González y Ayoub Salama.
Gracias y aquí tenéis vuestra casa y nuestros micrófonos para cuando queráis.
Un abrazo.
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